Esta figura iba a representar a Dante meditando ante las Puertas del Infierno inspiradas en la Divina Comedia, obra encargada en 1880 por el Museo de Artes Decorativas de Paris que remitía como precedente a la Puerta del Paraíso de Ghiberti.
El proyecto incluía más de 180 figuras que no llegó a hacerse realidad pero de los estudios surgieron obras como el Pensador; El Beso; Adán y Eva. Etc.
Lo que seria la figura de Dante, se transformó para representar a un hombre corpulento sentado sobre una roca con las piernas ligeramente abiertas y el torso hacia adelante, su cabeza descansa sobre el dorso de la mano derecha, mientras sus brazos se apoyan o descansan sobre la pierna izquierda. Manifiesta por tanto una actitud de reflexión de pensar, hecho que nos separa de la categoría animal, pero que también conduce a la angustia con las preguntas.
La escultura está realizada en bronce y el procedimiento la fundición. Pero la técnica que es lo que innova y hace diferente a Rodin es el molde que lo hace con las manos dejando zonas de no acabado y superficies rugosas.
Nótase el valor táctil por una parte de frialdad del bronce y por otra la rugosidad. Es la forma de proceder que hace que la luz cree efectos o bien de luz o bien de sombra, pero también la propia rugosidad aumenta la expresividad.
El tratamiento del cuerpo es realista, a pesar de la desproporción de ciertas partes como las manos y los pies que tienen influencia de Miguel Ángel.