Pierre-Auguste Renoir fue un pintor
impresionista que ganó popularidad y reconocimiento de la crítica
mientras aún vivía. Sus pinturas manifiestan el optimismo, la
alegría y el intenso movimiento de la vida parisina de finales del
siglo XIX. Un ejemplo de esta alegría de vivir es el famoso “Baile
en el Moulin de la Galette”,
en el que la gente
está envuelta en una atmósfera de color, sonrisas y felicidad. (El
cuadro puede ser apreciado en el museo D'Orsay
de Paris).
“Le Moulin de la Galette” fue
un café en París donde se bailaba al aire libre, bajo los árboles
de un jardín. Con
pinceladas de color, la obra muestra diferentes maneras en que las
telas de las
ropas
reflejan la luz natural de la escena.
Además, con las
manchas de pintura y el contraste de colores claros y oscuros, el
lienzo sugiere no sólo el movimiento de la danza, sino también el
ambiente alegre en el que la gente se divierte.
“La Grenouillere”,
de Renoir, actualmente en el
National Museum
de Estocolmo, expresa su adhesión al Impresionismo. Esta pintura
revela una escena segundo a la impresión determinada por la luz
solar , en un momento efímero del día. Hay en ella uno de los
principios del Impresionismo: la observación del conjunto que, al
unir visualmente las manchas de color del lienzo, compone la escena
festiva.
“La Grenouillere”
era el nombre de un restaurante en las afueras de París que era muy
concurrido en los domingos. Renoir y Monet pintaron en
1869 la misma escena,
lo que muestra el compromiso de los dos
artistas de explorar
la luz reflejada en la superficie del agua.