Realizada en
roca caliza, con aproximadamente
70 metros de longitud y 20 metros de altura, de los cuales 5
corresponden a la cabeza – es una monumental escultura de carácter
fantástico que se encuentra cerca de la ciudad del mismo nombre.
Esta esfinge representa, segundo se cree, el faraón Kefrén y combina una cabeza humana - símbolo de la inteligencia del rey – con el cuerpo de un león – símbolo de la fuerza del sol.
Esta esfinge representa, segundo se cree, el faraón Kefrén y combina una cabeza humana - símbolo de la inteligencia del rey – con el cuerpo de un león – símbolo de la fuerza del sol.
Para los egípcios de entonces, una
esfinge era “la imagen viviente”. Según narra
un historiador árabe del siglo XV, al observar como los campesinos
adoraban y reverenciaban la solemne belleza de la esfinge, un
musulmán sufi
(fiel que busca respuestas en el interior
de si aunque contra las leyes del hombre),
celoso, mandó desfigurarla, por lo que fue acusado de vandalismo y
ahorcado. En el hueco de la nariz puede observarse la entrada de dos
grandes cinceles, uno desde arriba y otro desde la aleta derecha, que
rompieron el majestuoso rostro.
Las arenas del
deserto muchas veces casi sepultaron la
preciosa esfinge, hasta que en 1920 fue
completamente excavada. En esa ocasión
ingenieros
franceses repararon una enorme grieta em la parte posterior del
cuerpo, sellaron un agujero en la cabeza y colocaron contrafuertes
de hormigón alrededor del cuello por temor a que se desprendiera la
cabeza. En el siglo XXI otras intervenciones fueron hechas para sanar
desperfectos originados por la erosión.