La pieza, ejecutada en el siglo XVIII, por Francisco Queirolo, muestra a un pescador que se libera de una red con la ayuda de un ángel y representa el abandono del pecado. Está en la capilla San Severo en el centro histórico de Nápoles, Italia y sorprende por la perfección de sus formas. Nótese que, incluso la red, está igualmente tallada en mármol.
A este respecto, se cuenta que, como ya habia sucedido años antes con el famoso escultor, él mismo tuvo que bruñir personalmente la escultura con piedra pómez. Los artesanos de la época, aunque especializados en la fase del bruñido, se negaban a tocar en la delicada red, por si se rompía en sus manos.
En su libro Istoria dello Studio di Napoli (1753-1754), Gian Giuseppe Origlia define esta estátua de mármol como "la última y más difícil prueba a la que puede aspirar la escutura". La referencia es naturalmente a la obra virtuosa de la red, que asombró a famosos viajeros de los tres ultimos
siglos y que sigue deslumbrando a los turistas hoy en dia.
Queirolo llevó 7 años trabajando en esa escutura.
A este respecto, se cuenta que, como ya habia sucedido años antes con el famoso escultor, él mismo tuvo que bruñir personalmente la escultura con piedra pómez. Los artesanos de la época, aunque especializados en la fase del bruñido, se negaban a tocar en la delicada red, por si se rompía en sus manos.
En su libro Istoria dello Studio di Napoli (1753-1754), Gian Giuseppe Origlia define esta estátua de mármol como "la última y más difícil prueba a la que puede aspirar la escutura". La referencia es naturalmente a la obra virtuosa de la red, que asombró a famosos viajeros de los tres ultimos
siglos y que sigue deslumbrando a los turistas hoy en dia.
Queirolo llevó 7 años trabajando en esa escutura.