El término Arte
Óptico fue
usado por primera vez en
el
otoño de 1964 por la revista Time
para describir un nuevo estilo artístico. El artículo afirmaba: “El
hecho de explotar la falabilidad de la visión
y jugar com ella forma el nuevo movimiento del arte
óptico”.
Más
tarde
el término pasó a usarse para hacer referencia a toda manifestación
artística que usara la ilusión o los efectos ópticos y que
produjera un efecto psicofisiológico em el observador.
El
observador ve una imagen que se mueve, que modifica
la perspectiva o que produce una alteración de la vista. Para
conseguir estos efectos, los artistas se servian de fenômenos como
la interferencia de líneas, la perspectiva reversible, vibraciones
cromáticas y contrastes de color.
La
artista inglesa Bridget
Riley (1931) usó lineas blancas y negras y patrones geométricos en
obras como Current
,
1964 para
transmitir movimiento. Victor Vasarely(1908-1997) em cambio
explotó la ambiguidad de las superfícies teseladas de colores para
crear la ilusión de que se está viendo formas em tres dimensiones,
como por ejemplo em Marsan
(1966).
Las
raíces del movimiento se remontan a las teorias virtuales planteadas
por Kandinsky y otros artistas en
los años 20 (Bauhaus, 1919).
Cuando,
en
1965, el Museo de Arte Moderna de New York (MOMA) a través de
William G. Seitz, organizó la exposición, “The
Responsive Eye”
o
“El
Ojo Receptivo”,
el
movimiento ganó un reconocimiento notable. Las obras estaban
basadas en
los princípios geométricos y la teoria del color.
Expusieron
trabajos Riley, Vasarely, Josef Albers, Almir da Silva Mavignier,
Richard Anuszkiewicz,, Julian Stanczak y Tadasuke Kuwayama, también
conocido como Tadaski.
La
llegada a Estados Unidos de artistas europeus refugiados, como
Albers, demonstró ser un
factor importante.
Albers exploró la idea de que
lo que ve el observador está determinado por como procesa el cerebro
la información contenida en
una imagen. Sus enseñanzas y sus escritos sobre la teoria del color,
influenciaron a toda una generación de artistas norteamericanos.
No
obstante el arte óptico se convirtió rapidamente en
parte de la cultura consumista. Los diseñadores de modas y los
artistas gráficos adoptaron los mecanismos visuales del arte óptico.
Muy pronto esas imágenes empezaron a llenar las piezas
publicitárias, carátulas de discos
musicales y decoraciones de interiores.
Cuando
la exposición “El
Ojo Receptivo”
abrió
sus puertas, las
boutiques de Manhattan tenian expuestas en
sus escaparates prendas cuyos deseños textiles copiaban las pinturas
que los artistas exhibian em la exposición.
Riley,
cuya
obra “Current” fue
la portada del catálogo
de la muestra,
se desilusionó muchísimo con la explotación de su arte para fines
comerciales. En Estados Unidos, hasta 1967, las obras de artistas
plásticos carecian de la proteción de los derechos de autor.
Esta
asimilación desacreditó el
Arte Óptico, que
pasó a verse como un fenómeno efímero, que atraía las masas en
lugar de caracterizar
verdadero estilo artístico.
Marsan, Vasarely, 1966