Mosaicos Bizantinos
Varios son los mosaicos bizantinos que representan el Cristo Pantocrátor (Todo poderoso).
Mencionaremos dos de ellos.
El arte del imperio romano cristiano, o Bizancio, nos ha llegado sobretodo en forma de murales, piezas de metalisteria y la duradera técnica del mosaico y sus pequeños azulejos cuadrados vítreos, o teselas.
En la iglesia de Santa Sophia, o Hagia Sophia, la más grande de la capital bizantina, (Constantinopla a partir de 1493 y actualmente Estambul), el Cristo Pantocrátor, que data de 1261 mira de frente, sosteniendo el Evangelio con la mano izquierda mientras alza la derecha para bendecir. Cristo se presenta como juez, a la vez que cuidador de toda la humanidad.
Durante el siglo VI, la iglesia de Santa Sophia (Santa Sabiduría) fue mandada erigir por el emperador Justiniano . El mosaico de la Déesis al que pertenece el Pantocrátor es uno de los grandes mosaicos ornamentales que se elaboraron para decorar el interior, al reconquistar la ciudad tras su toma por parte de los cruzados occidentales, en el año de 1204.
La suavidad del color contrasta con la habitual intensidad cromática del arte bizantino, aunque la mayor transgresión radica en el intento de expresividad. Los rasgos están deliberadamente trazados para transmitir las emociones del amor y su compasión. Los alargados y sensibles dedos de Cristo y la vestimenta también están representados con un gran detalle y sensación de ser tridimensionalidad.
Para la creación de los mosaicos, los artistas aplicaban cientos de pequeñas piedras o trozos de cristal llamados teselas, cortadas una a una, sobre una superficie de yeso con un esbozo de la imagen. En los mosaicos de temática sagrada, se usaban unas teselas especiales llamadas smalti, fabricadas en el norte de Italia a partir de gruesas láminas de cristal. Estas teselas se combinaban con mármol, piedras naturales, madreperla, piedras preciosas y láminas superpuestas de pan de oro y pan de plata.
En el ábside central, sobre el altar mayor, de la basílica ortodoxa de Monreale, en Sicília la figura dominante es el Cristo Pantocrátor, 1180-1190. Su gesto dramático, abraza al observador y nos recuerda su magnanimidad. Cristo aparece como gobernador y juez espiritual supremo del cielo y de la tierra.
Como es habitual en la decoración de las iglesias bizantinas, el arte y la arquitectura crean un entorno armonioso y pacífico que invita a la meditación.
La representación de Cristo con expresión melancólica o severa es típica de las imágenes de Cristo Pantocrátor. La orientación frontal de su rostro indica que Cristo se muestra accesible ante el observador y que está dispuesto a implicarse con él. No obstante, en ese caso, sus ojos no se dirigen al observador, sino al reino espiritual; se trata de una forma de recordarle al devoto que la mirada constante del Todopoderoso, aunque receptiva, es de un ser superior, más espiritual.
El evangelio abierto en su mano izquierda corresponde a Juan 8:12 “Yo soy la luz del mundo: el que me siga, ya no andará más en tinieblas”. Muchos textos bíblicos señalan a Cristo como Luz del mundo, lo que también sugieren los mosaicos dorados que rodean su figura.
Bibliografia: Art - The whole history, Stephen Farthing
The short history of Art - Susie Hodge.
Bibliografia: Art - The whole history, Stephen Farthing
The short history of Art - Susie Hodge.