El Paso del Tiempo...
Monet expuso este impresionante retrato de su amante y futura esposa Camille Doncieux, en el Salon de 1866.
Los retratos tienen diversos objetivos y usos, pero su principal función siempre ha sido de recordar a las personas retratadas en una ocasión o situación concretas. Un retrato conserva un parecido que perdura mucho después de la desaparición del modelo, y de hecho, es posible pintar un retrato incluso después de la muerte de la modelo.
Los retratos siempre se han creado con el futuro en mente, aunque el futuro imaginado por el pintor y la persona que encarga la obra esté a años luz de distancia.
Hoy recurrimos a la fotografia para conocer nuestro aspecto en diferentes etapas de nuestras vidas, pero durante siglos los retratos han desempeñado ese papel. Los artistas solían mostrar la fecha de la pintura o las edades de los modelos.
Los retratos también servian para registrar la conmemoración de momentos importantes como el matrimonio, la graduación escolar o la promoción profesional.
Los retratos señalan el paso inexorable del tiempo. Al mismo tiempo nos recuerdan su propia futilidad. Sugieren que conservar el aspecto exterior de una persona es conservar nada más que una imagen: el retrato mismo, asi como la persona retratada acabará por perder color y desmoronarse.